Después de la publicación de los resultados de la PSU los primeros
días de enero, viene la gran decisión de miles de jóvenes chilenos que elegirán
qué y dónde estudiar. Paralelamente ya comenzó el periodo de matrícula en los
centros de estudio universitario, institutos profesionales y centros de
formación técnica, los cuales ofrecen nuevas mallas curriculares,
acreditación, becas, créditos estatales,
entre otros. Pero, ¿realmente la preparación de los futuros profesionales es
completa, en especial con temáticas medioambientales en áreas de salud,
educación, ingeniería, humanismo, economía y negocios?.
¿Cuán preparados y conscientes estarán los profesionales del mañana
respecto de sustentabilidad, sostenibilidad,
producción limpia y eco-innovación, entre otros?. Podemos destacar que algunas
carreras debido a su campo laboral si abordan mallas curriculares con temáticas
como RSE, Normas ISO, reciclaje, etc, que se acercan a este desarrollo
profesional, en cambio otras, no contemplan ninguno.
Sin embargo, cada vez encontramos con mayor frecuencia que muchas
empresas cuentan con sus propios programas de capacitación y certificaciones de
calidad y sustentabilidad para demostrar a sus consumidores, proveedores y
clientes, que la entidad y sus profesionales velan por la reducción del consumo
de energía, agua y residuos, tan importantes dentro del comportamiento ético de
una organización. Sobre esta base, es fundamental deducir que los profesionales
deben salir preparados desde las aulas para fortalecer una producción
comprometida con el medio ambiente y el desarrollo humano. Lo anterior, tiene
como fin la trasmisión de esta visión al mercado y la sociedad que les rodea
con el objetivo de cuidar el bienestar y
el futuro, satisfaciendo las necesidades de la generación presente, sin comprometer
la capacidad de las generaciones futuras.
BRYAN DERPICH, SECRETARIO REGIONAL DEL MAULE
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